martes, 26 de marzo de 2013

MI BLACKBERRY Y YO


¿Quién no tiene un smartphone en su bolso o en el bolsillo de sus pantalones?. La gran mayoría de personas está envuelta en ese amorío constante con ese pequeño aparato que nos facilita la vida de cierta manera. 

Mi Blackberry, todos los días lo llevo conmigo, ¿en qué momento mi BB y yo pasamos a ser inseparables? 

Foto búsqueda Google
Todo comenzó cuando mis ojos siempre estaban pendientes al parpadeo de la luz roja de mi celular, y para que mentir, muero de la curiosidad por saber quién me envía mensajes, quién me llama o qué noticia me enviarán. 
Acaso el facebook, twitter, foursquare y demás aplicaciones no te vuelven esquizofrénico y te dan una curiosidad extrema. 

Hace unas semanas viaje fuera de Lima, a un pueblito donde no había señal, o sea estaba oficialmente “desconectada”, a decir verdad fue bueno porque me ayudo a conectarme con las personas, me di cuenta que había perdido el arte de conversar, que rico fue disfrutar de mi viaje y conversar con la gente, lo que no hubiese podido apreciar si hubiese estado conectada. 

Aunque si bien es cierto mi BB tiene muchas cosas buenas, académicamente me facilita la vida, me permite responder rápidamente cuando así se requiere, además es una forma eficiente y genial de poder conectarse en tiempo real, recibir información, administrar redes sociales, y contactarse con personas que están lejos. 

Lo que si estoy dispuesta hacer, es no sacar mi BB cuando esté con otras personas, le quitaré su lugar privilegiado al costado de mi almohada así no me hará “ojitos” cada vez que llegue algo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario